Iniciamos un ciclo de “pildoras” comunicativas para contribuir a que los despachos de abogados y, por extensión, despachos profesionales ganen competitividad.
Los contenidos están inspirados en nuestro último libro, "De despacho competente a despacho competitivo: Cuéntame cómo conseguirlo" (Aranzadi).
Tiempo para pensar
Como comentaba un abogado en nuestro perfil de LinkedIn: "los abogados solemos ser profesionales conscientes de la importancia de la competencia técnica, pero despreciamos o ignoramos (viene a ser lo mismo) los principios básicos que conducen al éxito en el desarrollo de una marca profesional diferenciada y, por ende, al éxito comercial".
Depende de cada uno dedicar tiempo a pensar en su estrategia en el mercado. Lo obvio es que nadie lo va a hacer por nosotros. Pensar no cuesta dinero; en todo caso, tiempo. Nuestras acciones de hoy son nuestros resultados de mañana. Aprovechar bien el tiempo puede cambiar, a mejor, una vida profesional.
¿Por qué cuesta tanto detenernos a pensar en nuestra carrera o proyección personal o en la de nuestro despacho? En general, porque el deseo a muy corto plazo, los impulsos, dominan nuestra mente y porque somos prisioneros de creencias profesionales erróneas. Nos ocupamos de los demás pero descuidamos ocuparnos también de nuestra propia proyección en el mercado, de nuestra marca y de la generación de negocio.
Desde hace 15 años venimos observando un hecho dramático: despachos competentes que, por lo general, acaban estancados en el mercado. Tampoco se trata de invertir mucho tiempo. Se trata de encontrar tiempo de calidad y las respuestas adecuadas a las preguntas que nos debemos plantear. Y, por supuesto, después aplicar bien lo que hemos reflexionado.
El hacer las cosas como siempre las hemos hecho, aunque nos comporte comodidad a corto plazo, la verdad es que a la mayoría nos lleva al estancamiento o a vivir una vida profesional que podría ser más satisfactoria. Dejemos el papel de víctimas y agarremos las riendas de nuestra vida profesional.