La presidenta argentina, Cristina Fernández, fue reelegida con una abrumadora victoria en las urnas, obteniendo un gran respaldo para extender hasta 2015 las políticas nacionalizadoras que estimulan el veloz crecimiento económico del país.
La mandataria, con un 53,2 por ciento, aventajó por 36 puntos porcentuales al segundo mejor posicionado, el gobernador socialista de la provincia de Santa Fe, Hermes Binner, según el recuento avanzado.
Fernández consiguió así un categórico aval a las políticas heterodoxas de los últimos cuatro años, que incluyeron nacionalizaciones, protección a la industria y crecientes subsidios, mientras la economía se expande a un ritmo cercano al ocho por ciento pese a las críticas de sectores empresarios y de Wall Street.
Analistas afirman que la crisis financiera global, una posible reversión del ciclo económico que favoreció a Argentina en los últimos años e interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas del peronismo podrían crear un escenario más difícil para el segundo mandato de Fernández.
La victoria permitiría que la rama peronista que lidera recupere el control del Congreso, según proyecciones de analistas, ya que sumando a sus aliados superaría los 129 escaños en la Cámara de Diputados, cuatro más de los necesarios para conseguir la mayoría simple, mientras que mantendrían el control del Senado gracias a una categórica victoria en las provincias, asegurándose el aval legislativo para sus políticas intervencionistas.
Fernández celebró la victoria bailando en un escenario de la histórica plaza de Mayo ante una multitud de manifestantes que gritaron su nombre y el de su fallecido esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner.
La mandataria debe anunciar en las próximas semanas quiénes serán los integrantes de su futuro gabinete, en el que tiene que reemplazar al ministro de Economía, Amado Boudou, electo vicepresidente.
Los analistas creen que la rápida designación de un equipo económico experimentado llevaría tranquilidad a los mercados. Agregaron que dentro del Gobierno, partidarios de políticas favorables a la inversión extranjera libran una solapada batalla con sectores más proteccionistas por el futuro control de la economía.
POCAS PISTAS
"Yo quiero convocar a todos los argentinos a la unidad nacional, a que no nos distraigan con enfrentamientos inútiles (…) Cuenten conmigo para seguir profundizando un proyecto", dijo Fernández al hablar, emocionada, ante sus seguidores.
En un tormentoso primer mandato, la presidenta argentina mantuvo una dura puja con el poderoso sector rural y entabló una batalla con el mayor grupo de medios del país, Clarín.
En el discurso con el que celebró su reelección, dio pocas pistas sobre sus futuros pasos. Pese a ello, hizo un elíptico llamamiento a contener demandas salariales, en momentos que una elevada inflación levanta presiones de sindicatos para mejoras salariales.
"Un mundo turbulento, difícil, complejo que exige que todos depongamos parte de nuestras aspiraciones para poder lograr que el conjunto pueda realizarse y no solo los sectores", dijo la presidenta.
El analista político Jorge Raventos, un sociólogo que es generalmente crítico del Gobierno, dijo que pese a este llamamiento, "le resultará arduo al Gobierno conseguir un sindicalismo dócil".
La victoria electoral también dejaría al peronismo con el Gobierno de unas 18 de las 24 provincias argentinas.
El amplio apoyo a Fernández convirtió a Fernández – que iniciará su segundo mandato el 10 de diciembre- en la más votada en la historia de la democracia argentina desde 1973, cuando Juan Perón, fundador de su partido, obtuvo más del 60 por ciento para llegar a su tercer período de Gobierno.
RETO URGENTE
La gran popularidad de esta abogada de 58 años con un estilo de Gobierno hermético y centralizador que sucedió en 2007 a su esposo Kirchner, se apoya en una fuerte expansión de la economía, generosos planes sociales y subsidios estatales al transporte y la energía.
"El desafío más urgente que enfrentará la próxima administración tiene que ver con desactivar la salida de capitales", dijo el domingo en un informe la consultora Ecolatina.
"Deberá diseñar una estrategia integral que reduzca la expectativa de devaluación e inflación. Fortalecer el resultado (presupuestario) primario, moderar la expansión de la cantidad de dinero y las subas salariales deberían ser los ingredientes fundamentales de este plan", agregó.
Fernández también podría ser acechada por una temprana disputa desde dentro del dominante peronismo por la sucesión, ya que su nuevo mandato hasta 2015 no permite una reelección sin una reforma de la Constitución.
En la provincia de Buenos Aires, un distrito clave donde reside casi un 40 por ciento del padrón electoral del país, el gobernador Daniel Scioli, afín al Gobierno nacional, fue reelecto por un amplio margen.
La victoria permitirá a Fernández comenzar su segundo mandato políticamente fortalecida, con una alta popularidad y con la ya fragmentada oposición más débil aún, ratificando al peronismo como fuerza dominante de la política argentina.
El variopinto movimiento fundado por Perón, que incluye liberales, nacionalistas y fuerzas de derecha e izquierda, ha gobernado Argentina durante 20 de los últimos 22 años.