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19/03/2024. 08:12:16

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Decano del Colegio de Abogados de Málaga

“Seguiremos reivindicando con fuerza la dignidad de la toga”

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“Pertenecemos a una tierra de emprendedores que está acostumbrada a luchar para defender su derechos” “Soy abogado de oficio y sigo haciendo guardias como el que más” “Las nuevas tecnologías nos abren numerosas posibilidades de negocio y nos permiten mejorar la productividad”

Francisco Javier Lara es, desde octubre de 2012, el decano del Colegio de Abogados de Málaga y actualmente ostenta el cargo de adjunto a la Presidencia del CGAE y consejero de Consejo Andaluz de Colegios de Abogados. Asimismo preside el Tribunal Arbitral de Málaga y el Comité Permanente de la Corte Arbitral de la Cámara de Comercio de Málaga. A través de esta entrevista dibuja la situación de la Abogacía malagueña y trata los principales aspectos del sector del que forma parte.

Francisco Javier Lara

La suya fue la única candidatura que se presentó a las últimas elecciones, algo que no ocurría desde 1978. ¿Le llamó la atención?

Tengo que reconocerle que fue una sorpresa que me causó una profunda alegría y, al mismo tiempo, un sincero sentimiento de responsabilidad. Mis compañeros decidieron que continuara en el cargo durante un mandato más y siento que no puedo defraudarlos. Es cierto que ser decano de un Colegio de Abogados como el de Málaga conlleva un importante sacrificio personal y profesional, pero también me llena de orgullo representar a mis compañeros y trabajar duro para mejorar sus condiciones. Al final, uno lo pone todo en la balanza, lo que suma y lo que resta, y a mí me sigue apasionando lo que hago, me sigue compensando el esfuerzo que realizo. Por eso, siendo como es esta profesión de reivindicativa, me complace la confianza que los abogados y las abogadas de la provincia hayan mostrado su apoyo al trabajo que vengo realizando con mi equipo al frente del Colegio.

¿Qué objetivos incluye su hoja de ruta para llevar a cabo hasta que termine su mandato?

Hay varios campos de batalla que seguirán estando en mi agenda en los próximos años. En primer lugar, seguiremos reivindicando con fuerza la dignidad de la toga, es decir, lucharemos para que se nos trate con el respeto que merecemos por parte de todos los operadores jurídicos y trabajaremos para que nuestra profesión tenga un mayor reconocimiento social. Estamos avanzando mucho en esta materia, pero todavía queda un amplio margen de mejora. También nos preocupa que el Turno de Oficio siga siendo maltratado por la Administración. Para ser justos, en nuestro caso hemos conseguido que se pague en tiempo, pero cobramos una miseria en comparación con la importancia del servicio público que ofrecemos. Vamos a ser duros en esta materia y no cejaremos en nuestro empeño de que se reconozca nuestra labor con una retribución digna. La conciliación de la vida familiar y laboral es otro de los asuntos que nos hemos propuesto, y ya estamos viendo algunos resultados. El Colegio de Abogados de Málaga ha conseguido la certificación del sistema EFR (Empresa Familiarmente Responsable) de la Fundación Más Familia. Ahora el reto es llevar estas conductas conciliadoras a los despachos de abogados, demostrándoles que esta manera de trabajar mejora la productividad de las empresas. Hace falta concienciación en esta materia, soy consciente de que no es una tarea sencilla. Por otra parte, llevamos unos años intensificando la presencia del Colegio en la vida social de la provincia de Málaga, participando en numerosos proyectos y ayudando a los colectivos más vulnerables. Creo que es muy importante para que los ciudadanos nos conozcan y confíen en nosotros.

¿Cuál es el estado de salud de la Abogacía malagueña?

Muy bueno. Contamos con profesionales de muchísimo prestigio en todos los órdenes y esta realidad es consecuencia del inconformismo y el dinamismo de la propia sociedad malagueña. Pertenecemos a una tierra de emprendedores que está acostumbrada a luchar para defender sus derechos, y eso se traduce en éxito en numerosas facetas de la vida, también en la profesional. El Colegio de Abogados de Málaga realiza además un esfuerzo tremendo en materia de formación. Estoy muy orgulloso de la apuesta de los letrados por la mejora continua y por la actualización constante de conocimientos. De hecho, esta fantástica respuesta a nuestra oferta formativa nos ha motivado para renovar nuestra sede, modernizarla y poner en marcha el Centro de Formación ICAMALAGA, un proyecto muy ambicioso en el que hemos depositado mucha ilusión.

¿Cuáles son los aspectos más relevantes que debería contemplar el Estatuto General de la Abogacía?

En realidad el Estatuto General de la Abogacía debe regularlo todo, la ordenación de la profesión y de los colegios de abogados, y ya lo hace.

¿Cree que la Reforma de la Ley de Acceso a la Abogacía y la Procura puede ser el primer paso para retomar la polémica eliminación de la incompatibilidad entre ambas profesiones?

Sí, creo que por ahí va la intención y así lo hemos debatido tanto en el Pleno como en la Comisión de Formación del Consejo General de la Abogacía Española. Estaremos pendientes de esta cuestión.

Usted ha afirmado que el turno de oficio es una de sus mayores preocupaciones.

Sí, lo es. Tuve el privilegio de presidir la Comisión de Justicia Gratuita del Consejo General de la Abogacía durante tres años (2012-2015) y pude trabajar codo con codo con un equipo de grandes expertos en la materia. Nos tocó combatir, con éxito, las tasas judiciales, entre otros asuntos espinosos, y emprendimos una tarea de información para concienciar a los ciudadanos de la importancia del Servicio de Justicia Gratuita para el mantenimiento del Estado de Derecho y de la propia Democracia. Yo soy abogado de oficio y sigo haciendo guardias como el que más, conozco bien cómo trabajamos estos casos, y por eso me frustra tanto cuando se nos desprecie y se denigra nuestra labor sin argumentos. Ocurre mucho en el cine y la televisión, por ejemplo, y no me resigno, seguiré denunciándolo.

¿Qué importancia da a la formación un abogado como usted tan preocupado por la preparación?

La formación es el pilar del ejercicio profesional. El que se queda quieto, el que se duerme y no está al día de las nuevas tendencias y de las novedades normativas y legislativas, está muerto. Es así de simple. La formación continua no es una opción, es una obligación para ejercer con garantías y ofrecer un servicio de calidad a nuestros clientes y a la propia sociedad.

Ha mostrado especial sensibilidad con el fenómeno de la inmigración en general y de preocupación con la ilegal, en particular. ¿Qué puede aportar el colegio para velar por los derechos de todas estas personas?

Es un asunto que nos preocupa y que es relativamente nuevo en nuestra provincia. Este año pasado han llegado a las costas malagueñas más de 2.000 personas buscando una vida mejor, muchos de ellos huyendo de una muerte segura. Yo mismo he estado en el puerto mirándoles a la cara. Llegan aterrorizados, engañados, pero al mismo tiempo tienen esperanza, creen que han acabado todos sus problemas. Estas personas merecen ser tratadas con respeto y necesitan a alguien que defienda sus derechos. Tras estudiar esta situación, decidimos crear un turno de oficio especializado en estos casos. Los inmigrantes necesitan una atención muy concreta y los letrados requieren conocer procedimientos muy específicos, como la solicitud de asilos. La respuesta de la Abogacía malagueña fue, una vez más, espectacular: más de 300 letrados se han dado de alta en este turno, que ha merecido el reconocimiento del Defensor del Pueblo y de organizaciones como Málaga Acoge.

A pesar de que usted no es un nativo digital, destaca por su proactividad en las redes sociales y su apuesta por la transformación digital de la profesión ¿Qué importancia da a las nuevas tecnologías?

Los letrados más jóvenes, los nativos digitales, como usted les llama, no han tenido que adaptarse, es cierto, a esta nueva forma de comunicar y de estar conectados. Personalmente, es un ámbito en que disfruto mucho, hasta el punto de que hoy día lo considero imprescindible. Las nuevas tecnologías nos abren numerosas posibilidades de negocio y nos permiten mejorar la productividad, por lo que debemos tenerlas en cuenta si de verdad queremos crecer y organizarnos mejor. Son fundamentales a la hora de conseguir ese objetivo de la conciliación familiar y laboral, pero cuidado, hay que estudiar bien la situación y hacer un buen uso, porque hasta ahora para lo que nos están sirviendo a muchos es para llevarnos el trabajo a casa y estar conectados las 24 horas de los siete días de la semana.

En el muro de su perfil de Facebook aparece que las abogadas cobran 450 euros menos de media que sus compañeros varones. ¿Cuándo acabarán esas desigualdades?

Es difícil saberlo, pero nos hemos propuesto seriamente trabajar para revertir esta realidad que, no obstante, no sólo afecta a la Abogacía, sino que se da prácticamente en todas las profesiones. Es inadmisible que una mujer cobre menos que un hombre ocupando el mismo puesto de trabajo. Además de esta situación, hay otra que se da con frecuencia: pese a estar igual de preparadas, cuando no más, que los hombres, a la hora de optar a puestos de responsabilidad son muchas las empresas que optan por los varones. Es lo que se conoce como techo de cristal y ha llegado ya el momento de romperlo.  

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