Gastón Durand comenta en la siguiente entrevista cómo han ido capaces de adaptarse en Mazars Tax & Legal a la situación que ha provocado la COVID-19.
¿Estabais preparados para afrontar una situación tan disruptiva como esta?
Creo que nunca se está totalmente preparado para una situación como la que hemos vivido. Sin embargo, gracias a la firme apuesta por la tecnología que habíamos hecho con anterioridad (mejora de la infraestructura IT, renovación de los equipos portátiles de los profesionales, plataformas colaborativas, inversión en ciberseguridad….), hemos logrado los objetivos que han marcado toda nuestra actuación durante la pandemia: garantizar la salud de nuestros profesionales, no poner en riesgo la de nuestros grupos de interés y continuar ofreciendo exactamente el mismo servicio a nuestros clientes.
¿Cambiará la forma en cómo se prestan los servicios legales?
Creo que sí puede haber cambios en ese sentido. Por ejemplo, en el ámbito procesal, los juzgados permanecieron cerrados durante un tiempo por lo que la reapertura está ocasionando un colapso importante (hay que tener en cuenta que la Justicia ya era lenta antes del Covid-19); en este contexto, la mediación puede convertirse en una alternativa para dar solución a asuntos ya judicializados.
Además, ya estamos viendo muchas vistas y juicios que se llevan a cabo por vías online, algo inédito hasta el momento.
Por todo ello, la profesión deberá adaptarse a la situación que nos ha dejado el Covid-19 y, por tanto, las firmas tendremos que ser capaces de seguir al lado de nuestros clientes en este nuevo entorno.
¿Cuál es el mayor reto que ha derivado y derivará el teletrabajo?
Ha habido varios. El primero, desde un punto de vista de operaciones. Aunque nosotros teníamos ya la opción de teletrabajar, de un día para otro pasamos a teletrabajar prácticamente la totalidad de los profesionales (unos 600). Como decía antes, nuestra infraestructura tecnológica fue capaz de afrontar este inmenso reto.
También la falta de cercanía física puede dificultar, a veces, el trato con el cliente y la gestión de nuestros profesionales (reuniones de seguimiento, feedback…). Eso lo hemos intentado suplir con la tecnología, que en Mazars siempre hemos tenido claro que debe estar al servicio de las personas y de los objetivos de negocio.
Es probable que, aunque en nuestro caso ya era habitual, el teletrabajo se extienda algo más de lo que estaba antes de la pandemia por lo que estoy seguro de que deberemos afrontar nuevos retos al respecto. De todas formas, es importante no precipitarse a la hora de regularlo, ya que lo que hemos vivido ha sido una situación muy excepcional y debemos ser prudentes.
¿Qué aprendizajes os habéis llevado de esta situación?
Por un lado, que es necesario estar preparados para situaciones imprevisibles como esta (gestión de riesgos, planes de contingencia, etc.) y que lo más importante es centrarse en las personas, es decir, estar muy cerca de los clientes y de los profesionales de la firma, pensando realmente en ellos sin pretender sacar rédito de la situación.
