
Tras las dos intervenciones legislativas de finales de 2005 (leyes 22 y 30), replicadas por sendas Resoluciones en materia de Seguridad Social, el mundo de la abogacía se inquietó por la suerte jurídica que tendría un tema en el que muchos Letrados se ven directa o indirectamente afectados: la vinculación existente entre quienes desarrollan esa profesión por cuenta de otros colegas.