El boom del outsourcing u “offshoring” de servicios legales

Si bien CPA Global es una empresa con un nombre muy reconocido en el sector, con una sólida práctica en propiedad intelectual, clientes de la talla de Microsoft y la minera Rio Tinto, y una plantilla de alrededor de 300 abogados en sus centros de operaciones en la India, los montos involucrados en la venta no pueden explicarse sino como consecuencia de las enormes expectativas de crecimiento puestas en la naciente industria del Legal Process Outsourcing (LPO), o la externalización de servicios legales.

Nacido a mediados de la primera década del Siglo XXI, el sector de los LPOs rápidamente supo aprovechar las facilidades brindadas por la rapidez y seguridad de las comunicaciones modernas para idear acuerdos colaborativos de trabajo entre grandes empresas y despachos localizados en ciudades como Nueva York, Londres y otras, y proveedores localizados en países tales como India y Filipinas. Traía así al extenso mundo de los servicios jurídicos, los conceptos, técnicas y métodos de externalización ya suficientemente probados y desarrollados en otros sectores de los servicios profesionales, incluyendo el desarrollo de software, el diseño arquitectónico y el e-learning.

La idea subyacente es la de aprovechar el capital humano de alta capacitación disponible en centros de bajo costo, para que provea aquellos servicios susceptibles de ser subcontratados dentro de la cadena de valor generada por los profesionales del derecho, a jurisdicciones de mayor costo relativo. Dentro de los primeros, la India supo posicionarse como el mayor proveedor del mercado anglosajón, en base a su disponibilidad de profesionales cuyo idioma nativo es el inglés, y a la (cuestionable) importancia de que los mismos hayan sido formados en la tradición del common law. Lo siguieron Filipinas, y más recientemente Sudáfrica. El gran mercado para estos servicios es el de los Estados Unidos, seguido por el inglés, mercados ambos sede de los despachos dominantes de la escena de los servicios jurídicos vinculados a los negocios y las finanzas.

Si bien el diferencial de costes fue el gran motivador desde un principio, pronto surgieron nuevas ventajas que los clientes quisieron aprovechar de esta nueva modalidad colaborativa de prestación de servicios, tales como la especialización y rapidez de los servicios como producto del trabajo sistematizado. Los despachos más innovadores rápidamente se dieron cuenta que la utilización de estos servicios aumentaba su competitividad frente a otros jugadores en el mercado, en tanto que los departamentos legales internos de las empresas, atenazados por presupuestos cada vez menores y una mayor carga de trabajo, encontraron una alternativa accesible para enfrentar la situación.

Los LPOs brindan servicios tales como la redacción, revisión y gestión de contratos, la revisión de documentos legales (por ejemplo en el marco de un due diligence), apoyo en relación con asuntos contenciosos, propiedad intelectual, la investigación de temas legales y servicios de traducción legal especializada.

Así el sector fue creciendo rápidamente, hasta llegar hoy a una cifra de facturación global, estimada por la consultora especializada ValueNotes, de alrededor de US$ 640 millones. Sin embargo, la expansión recién empieza, ya que dos acontecimientos relativamente recientes han empujado las expectativas de crecimiento a niveles más altos.

El primero de ellos ha sido el cambio a partir de 2007 de las reglas procesales en Estados Unidos relativo a temas de discovery, es decir la obligación que tiene una de las partes involucrada en un proceso judicial civil o comercial, de poner a disposición de la otra parte toda la documentación relevante para el proceso, siempre que no se encuentre legalmente protegida. Las nuevas reglas obligan a que dicha información también incluya documentación en formato electrónico (emails, mensajería instantánea, etc. -denominado e-discovery – ), lo cual ha resultado en un aumento impagable para los clientes de la documentación que debe ser revisada por los letrados actuantes. El grueso de esa documentación es actualmente procesada por los proveedores LPO.

Asimismo, la apertura del sector legal a la competencia de organizaciones que no estén exclusivamente integradas por abogados en calidad de socios en el Reino Unido (las llamadas "Alternative Business Structures", como consecuencia de la "Legal Services Act" que entraría en vigencia durante el próximo año), ha fomentado la competencia en el sector y por ende el interés en los servicios de los LPOs.

En paralelo, y siguiendo el liderazgo de los mercados anglosajones, empieza a crecer el interés y la facturación proveniente de la Europa continental, incluyendo el mercado español.

Como consecuencia de ello, se pronostica que el mercado global de la externalización de servicios legales podría alcanzar los US$ 24.000 millones en los próximos cinco a diez años, un crecimiento exponencial que explica el interés de los inversores en firmas como CPA Global.

Detrás de esas noticias está la clarísima tendencia hacia un cambio en los parámetros del ejercicio de la profesión de los abogados, hacia una mayor especialización y colaboración con el talento distribuido ya no en una misma jurisdicción, sino alrededor del globo, un tema que da para ser desarrollado y debatido en profundidad y que excede el propósito de esta nota.

Por nuestra parte, desde Axial Iure, somos la primera proveedora de servicios LPO fuera de la India, Filipinas o Sudáfrica y la única con base profesional multilingüe desde una jurisdicción de tradición civilista, desde donde servimos a clientes tales como los departamentos legales de empresas y a despachos de colegas grandes y pequeños, pero en todos los casos interesados en explorar las herramientas de competividad que nos brindan estas nuevas formas colaborativas de trabajo.