Presentamos una relación de estafas comunes relacionadas con el blanqueo de capitales. En todas ellas subyace el incumplimiento de las obligaciones determinadas por la normativa de prevención de blanqueo de capitales para los sujetos obligados.

La estafa es un delito contra la propiedad o el patrimonio. El núcleo de tipo penal de estafa consiste en el engaño. El sujeto activo del delito se hace entregar un bien patrimonial, por medio del engaño; es decir, haciendo creer la existencia de algo que en realidad no existe. Dado que proviene de una actividad delictiva, los bienes y derechos son constitutivos de ser considerados blanqueo de capitales.
A continuación presentamos una serie de estafas comunes en el sector financiero y las posibles soluciones o maneras de evitarlas.
- Un cliente acude
al Gestor de un banco con la intención de retirar de su cuenta una cierta
cantidad de dinero. El Gestor pasa a sacar el dinero de su caja dándose
cuenta que no es suficiente para la cantidad que ha solicitado el cliente.
De tal manera, el Gestor tiene que acudir al recinto de caja para obtener
el resto de dinero, dejando el dinero inicial en el cajón de su mesa pero
sin cerrar con llave dada la confianza que tiene con el cliente. En este
rato, otro cliente que había observado la escena, se acerca al cliente y
le dice que el Gestor le está esperando en otra mesa para entregarle el
dinero, momento en que el estafador aprovecha para sacar el dinero del
cajón del Gestor y llevárselo.
El error del Gestor es confiar en la buena fe del cliente, de tal manera que deja el cajón abierto. Ha de tenerse en cuenta que actuar de esa manera contrae riesgos que podrían evitarse con tan solo cerrar el cajón con llave. A pesar de tener a un cliente delante, el Gestor debe hacer uso de la lógica. - Entra una
persona al banco con la intención de cambiar seis billetes de 50 euros por
tres de 100 euros. El empleado dejó sobre la mesa los 3 billetes de 100
euros, junto a los 6 de 50 euros. Tras pensárselo un momento, el cliente
dijo que en vez de tres billetes de 100 euros prefería un billete de 500
euros aportando él 200 euros más. El empleado no puso ningún
inconveniente. Entonces, el cliente cogió dos de los tres billetes de 100
que estaban en el mostrador, se los dio al empleado y éste le entregó el
billete de 500 euros. El cliente salió de la oficina antes de que el
empleado se diera cuenta de que se había llevado 600 euros frente a los
300 que había entregado.
El error cometido por el empleado fue no controlar suficientemente los billetes y tenerlos en el mostrador en todo momento al alcance del cliente. El empleado debería tener en todo momento los billetes únicamente a su alcance y pensar bien antes de dar ningún cambio. - Un grupo de
personas localiza inmuebles o terrenos en venta y contacta con los dueños,
de los que consiguen la escritura de compraventa con la excusa de un
interés en la compra, o bien de que quieren cerciorarse de que las
propiedades están libre de toda carga. Falsifican los DNI de los
vendedores con las fotografías de terceros y suplantan de la misma manera
la identidad de los verdaderos compradores. De esta manera, unos y otros
firman en una notaría las escrituras de compraventa y de hipoteca de la
vivienda elegida y los falsos vendedores pueden después acudir a los
bancos para recibir cheques o dinero en efectivo por el importe de la
operación efectuada.
El error de este caso está en la poca información que se verifica de los clientes que vienen a solicitar un préstamo hipotecario. - Un futuro
cliente se presenta en el banco con intención de abrir una cuenta. Este
potencial cliente se presenta como director general de una sociedad. El
nombre de la sociedad se parece a otra sociedad constituida legalmente y
existente por lo que el gestor cree que se refiere a esa empresa. El
director general, además, ha esperado durante una hora a que le atiendan.
Se presentan datos de una empresa ficticia pero que el nombre es muy similar a una existente. El gestor comete el error de no comprobar en alguna base de datos externa la existencia de dicha empresa. Además, el director general espera durante una hora lo cual no es normal ya que demuestra demasiado interés en abrir esa cuenta, si bien podría ir otro día o incluso conseguir que fuese el gestor quien acudiese a su propio sitio de trabajo.