El derecho fundamental a la protección de datos está protegido en nuestro ordenamiento jurídico por normas nacionales y comunitarias que han sido traspuestas por diversas Leyes.
En concreto, en esta cuestión la "Norma madre" es la Directiva 95/46/CE sobre protección de datos. En todo caso, debe tenerse en cuenta que desde que fuera aprobada la citada Directiva hace ahora quince años, las Nuevas Tecnologías han evolucionado y revolucionado la Sociedad de la Información en la que vivimos quedando lo dispuesto en la Directiva, en ciertos aspectos, obsoleto y no adecuado.
Y es que, no cabe duda de que, en la última década, han sido muchas las aplicaciones, programas y demás acciones que han revolucionado las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y que, consecuentemente, han supuesto un tratamiento de datos de carácter personal que ha de protegerse adecuadamente para que, en ningún caso, los ciudadanos no caigan en una situación de indefensión y desconocimiento de sus derechos.
En esta línea argumental, desde hace escasos dos años, las redes sociales han entrado en la vida de los ciudadanos radicalmente y han supuesto un cambio prácticamente total en la consideración de la importancia de un dato de carácter personal y, por supuesto, en el modo de comunicarse y ponerse en contacto con el resto de internautas.
Y, precisamente por este motivo, la Comisaria europea para la Sociedad de la Información ha manifestado recientemente la intención del Ejecutivo Europeo de modificar la Directiva 95/46/CE para adaptarla a las necesidades de los internautas del Siglo XXI. Y es que, a día de hoy, son más de 40 millones los europeos que, en mayor o menor medida, hacen uso de las redes sociales al tiempo que solicitan una mayor protección de su intimidad y garantía de sus derechos.