Los abogados y su clientela están condenados a entenderse, a convivir y, para ello, los profesionales del Derecho deben tener muy claro despejar algunos interrogantes acerca del motor del bufete: qué, por qué, para qué, cómo, cuándo atenderlo.
¿Tiene una estrategia definida? ¿Cómo se reparten los asuntos en el despacho? ¿Van por delante del cliente o de su mano? ¿Ha cambiado su relación con el cliente? A través de estos textos podrá resolver más de una duda.
Mi cliente ya no es el que era
La relación de ayuda del abogado al cliente