Proseguimos con el ciclo de “pildoras” comunicativas para contribuir a que los despachos de abogados y, por extensión, despachos profesionales ganen competitividad.
Los contenidos están inspirados en nuestro último libro, "De despacho competente a despacho competitivo: Cuéntame cómo conseguirlo" (Aranzadi).
¿Cuál es el punto de partida?
El punto de partida es pensar que podemos crear o refundar un despacho único y excelente. El punto de partida es la actitud y la autoestima.
El punto de partida para cualquier despacho competente que quiera ser también competitivo es tener suficiente voluntad para liberarse de su zona de comodidad, del confort o de las excusas del día a día para construir un proyecto propio, diferenciado del resto de despachos, ya sea a escala local, nacional o internacional.
El punto de partida es ser prudente, realizando una valoración de las posibilidades de conseguir los objetivos del despacho sobre la base de los recursos con los que cuente la firma.
El punto de partida es tener también la suficiente humildad para reconocer que los profesionales (abogados, economistas, etc.) perdemos oportunidades día tras día. Las perdemos porque desconocemos, en unos casos, o despreciamos, en otros, los beneficios que nos puede comportar formar a los profesionales del despacho en habilidades como las ventas, entendidas como la capacidad de ayudar al cliente potencial a contratar, si honestamente le podemos asesorar bien.
El punto de partida es pasar de tener un despacho orientado al impulso de casos o asuntos a que esté también orientado al mercado. Un despacho en el que todos, o la mayoría de los profesionales, aprendan a generar nuevos negocios. Un despacho en el que ello no dependa solo de los socios principales, lo que suele llevarles al cansancio o la frustración a largo plazo.
Ese tipo de despacho es posible, con voluntad y método.
