La crisis económica y financiera ha demostrado que la conducta arriesgada de los bancos y otras instituciones relacionadas pueden tener graves consecuencias sobre la economía de la UE y las vidas de sus ciudadanos. Lograr un control financiero eficaz es prioritario para el Parlamento Europeo. Los diputados han logrado un acuerdo tras largas y difíciles negociaciones con el Consejo y la Comisión sobre la futura estructura de supervisión de la comunidad financiera.
Se trata de implantar una serie de medidas decisivas a nivel europeo para aumentar el control sobre bancos, compañías de seguros y fondos de inversión, y evitar así el riesgo de nuevas crisis como la que estalló en 2008.
La Eurocámara ha previsto cuatro autoridades para controlar a nivel continental el buen funcionamiento de la economía, que deberán trabajar en estrecha cooperación con los organismos supervisores nacionales.
La nueva estructura consta de:
- un Comité Europeo para el riesgo sistemático (CERS) que será responsable de la supervisión del sistema financiero,
- tres autoridades europeas de supervisión,
que se encargarán del control de las operaciones
- de los bancos (EBA),
- de los seguros y pensiones (AESPJ), y
- de los instrumentos y mercados financieros (ESMA).
Las negociaciones se han centrado principalmente en la definición de las competencias de las cuatro instituciones, que forman la llamada Autoridad Europea de Supervisión. Según el acuerdo, podrá imponer medidas concretas directamente a las instituciones financieras nacionales si detecta algún riesgo de inestabilidad.
En caso de que las autoridades nacionales de control no fuesen conformes, dichas instancias comunitarias podrían llegar a penalizar a las instituciones financieras si se verifica violación de las normas o no ejecución de mandatos. Asimismo, los productos financieros emitidos por las autoridades nacionales podrían ser vetados y, en caso necesario, habría posibilidad de pedir a la Comisión Europea medidas legislativas.
A pesar del deseo de algunos Estados miembros de fortalecer las competencias de las autoridades nacionales, el Parlamento Europeo ha logrado conservar las amplias facultades de las Autoridades de Supervisión (AES) con el fin de prevenir de manera efectiva cualquier futura crisis económica a escala europea.
