En 2003, la UE aprobó una serie de normas mínimas para el trato a los solicitantes de asilo, pero los Estados miembros aún gozan de un margen de actuación bastante amplio. La agencia de la ONU para los refugiados apoya la propuesta, dado que considera que hará posible un sistema europeo de asilo más homogéneo, justo y eficaz.
La inmigración crece, y desde las instituciones europeas se observa este fenómeno con seriedad. Si anteayer informábamos de las deficiencias que la Eurocámara ha observado en los centros de acogida de inmigrantes, hoy sabemos que la Comisión ha propuesto crear una agencia que trabajaría con las autoridades nacionales para que aproximen sus prácticas de concesión de asilo y cooperen entre sí.
La UE es uno de los principales destinos para personas que buscan asilo (recibió más de 103.000 solicitudes en el primer semestre de 2008). La mayoría proceden de Irak, Rusia, Pakistán, Turquía, Somalia, Irán y Serbia. Según las leyes internacionales, estas personas tienen derecho a recibir protección aunque entren en la UE de forma ilegal.
El Reglamento de Dublín permite a los Estados miembros devolver a los refugiados al país de entrada. La Comisión quiere ahora crear un mecanismo que suspenda los traslados a países con gran flujo de entrada de refugiados.
Los Ministros de Justicia europeos solicitaron la creación de esta Oficina. Estaría financiada con los fondos de ayuda a los refugiados y funcionaría como agencia reguladora. Podría ponerse en marcha a partir de 2010, pero todavía no se ha decidido en qué país tendría su sede.
Los 27 países de la UE se comportan de manera muy distinta ante las solicitudes de asilo. Aunque la UE trata de crear una política común de asilo, los miembros todavía no han llegado a un acuerdo sobre quiénes pueden recibir protección y qué trato se debe dar a los refugiados. Por ejemplo, los chechenos tienen muchas posibilidades de ser acogidos en algunos países, pero casi ninguna en otros. Lo mismo ocurre con los iraquíes. Esta nueva Oficina, por lo tanto, impulsaría la cooperación, la formación y los intercambios de material de trabajo entre países miembros en todo lo referente a potenciales beneficiarios del Derecho de asilo.
La Oficina Europea de Apoyo al Asilo favorecería el trabajo conjunto entre los países de la UE para coordinar unas políticas de refugiados a menudo divergentes, además de canalizar cursos de formación para los funcionarios nacionales.
Una de las misiones de la Oficina sería crear equipos de expertos de varios países que podrían intervenir en situaciones de emergencia (por ejemplo, una llegada masiva de refugiados). Esta ayuda podría aliviar la situación en los principales puntos de entrada, situados en países como España, Italia, Grecia o Malta.