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27/04/2024. 06:31:13

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Cómo ser abogada y Project Manager y no morir en el intento

Clara Sánchez. Legal & Compliance Manager ESKARIAM
Clara Sánchez

Últimamente parece que está de moda hablar de conceptos como “Legaltech”, “Lawtech” o incluso de “Gendertech”; términos aparentemente muy alejados del mundo jurídico y que son difíciles de entender para los que somos abogados.

Pero al margen de la terminología que utilicemos, lo que sí parece real es que el sector legal, al igual que otros muchos, está viviendo una verdadera revolución y que la tecnología y la inteligencia artificial han venido para quedarse.

Soy abogada, actualmente responsable legal en ESKARIAM, y cuando hace unos meses me propusieron convertirme en Legal Project Manager acepté encantada. En realidad, era algo que ya estaba realizando de forma intuitiva en algunos casos legales, dado que soy resolutiva y me gusta planificar y organizar perfectamente mi trabajo.

¿Qué es un Legal Project Manager?

Intentaré explicarlo de forma que se entienda.

Si nos basamos en las definiciones que podemos encontrar en internet, el Project Manager o gestor de proyecto, es la persona que coordina el trabajo de todo el equipo para conseguir que se cumpla un objetivo.

No parece algo tan novedoso. Las grandes empresas siempre han apostado por este tipo de perfil profesional, sobre todo en el campo de la ingeniería.

Entonces, ¿qué ha cambiado para que hoy todo el mundo quiera tener uno? ¿Qué sentido tiene incorporar un Project Manager en el sector legal?

En ESKARIAM trabajamos en equipo y de forma transversal por proyectos. Estos normalmente son casos legales de gran envergadura con su fecha de comienzo y su fin, y en los que intervienen distintos perfiles profesionales (ingenieros, abogados, economistas, profesionales de la marketing y asesores comerciales). En ocasiones, incluso, también participan profesionales de otras organizaciones externas con las que colaboramos.

Es decir, no hay una estructura piramidal, típica de los despachos tradicionales, en la que todo depende “en vertical” de una sola persona, normalmente el socio. La estructura es completamente transversal.

Todos trabajamos en equipo bajo la estrategia que han marcado previamente el CEO y el COO para dar el mejor servicio al cliente y ofrecer la mejor estrategia legal posible para cada caso. Y esa estrategia es cambiante, puede variar en función de exigencias externas a la empresa. Por supuesto, también contamos siempre con un director legal del caso que dirija y valide la estrategia jurídica.

En ese contexto empresarial, cambiante, en el que inciden numerosos factores (internos y sobre todo externos) y participan tantos perfiles diferentes o stakeholders, pero con un objetivo claro y definido que cumplir en un plazo determinado, es por lo que hoy, más que nunca, es necesario apostar por un Project Manager en el sector legal.

¿Qué hace un Project Manager?

Entre mis funciones actuales como Legal Project Manager se encuentran, entre otras, las siguientes:

  • Desarrollar, con la ayuda del director legal del caso, un plan para el proyecto,
  • monitorizar el progreso de las tareas establecidas y el cumplimiento de los plazos,
  • coordinar al equipo,
  • mantener una comunicación fluida con los diferentes stakeholders y, todo ello, con el enfoque siempre hacia el objetivo final, pero teniendo en cuenta las dificultades o imprevistos que puedan surgir, y adelantarme a ellas.

Para ello, el Project Manager necesitará de un conjunto de habilidades muy amplias, tanto técnicas como las llamadas soft skills (blandas), para saber gestionar a las personas que intervienen y gestionar conflictos. El Legal Project Manager debe ser un gran comunicador y ser cuidadoso y exigente con los detalles, ser capaz de solucionar imprevistos y orientar al equipo en la toma de decisiones rápidas y precisas. Por supuesto un abogado puede, sin lugar a dudas, ser un gran Project Manager con la formación y práctica adecuada para ello; pero por todos es conocido que estas habilidades están más desarrolladas entre las mujeres.

En una empresa de servicios jurídicos, si el proyecto es un caso legal, es fundamental que el Project Manager sea abogado, porque necesita tener una visión, aunque sea generalista, del caso jurídico y también contar con la sensibilidad necesaria para modificar o adaptar tareas o requerimientos del plan previsto sin que ello afecte al cumplimiento del objetivo.

¿Abogada y Project Manager?

De primeras suena raro, pero en la práctica tiene todo el sentido del mundo, y en ESKARIAM ya lo estamos implementando, con buenos resultados en los casos en los que nos involucramos. No cabe duda de que la transformación digital y la tecnología van de la mano, también en el trabajo legal, y han cambiado nuestra forma de trabajar y ofrecer servicio a nuestros clientes. La figura del Project Manager en el sector legal se hace cada vez más necesario para aquellas empresas de servicios jurídicos o despachos de abogados que buscan ser eficientes sin saturar a sus profesionales, y aprovechar todas las nuevas herramientas y metodologías de trabajo disponibles en el mercado. Además, las abogadas pueden ver en esta profesionalización en la gestión de proyectos legales otra salida para brillar en sus carreras.

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