No creo que haya algo más importante para quien representa a un colectivo que, junto al trabajo constante para el avance de sus intereses, atender sus demandas centrándose en aquellos proyectos que son considerados más útiles y necesarios, más acuciantes e imprescindibles en el seno de, por ejemplo, un gremio.
Más ilusionante aún es que muchos de esos objetivos se puedan alcanzar en un breve espacio de tiempo, resultando su culminación, por diversas razones, especialmente ilusionante. Ha sido el caso del bautizado como Espacio Abogacía, y que los compañeros conocen coloquialmente ya como "el coworking del ICAM". Con la apertura de esta nueva zona de trabajo y de prestación de servicios, una institución centenaria como la nuestra da un paso transformador en el camino no sólo de escuchar con atención a los letrados y letradas, sino de responder con eficacia a los planteamientos formulados por quienes son verdaderos socios.
Inauguración de las instalaciones
El pasado 20 de marzo procedíamos a la inauguración de unas instalaciones que están permitiendo rápidamente que aquellos que las reclamaban estén desarrollando su labor con todas las facilidades que merecen. Y además lo están haciendo en una ubicación especialmente práctica, a escasos metros de los juzgados de Plaza de Castilla, en el núcleo judicial de la capital. Hemos contemplado la creación específica de un Espacio Sénior, para las compañeras y compañeros más veteranos. Incluso hemos trasladado algunos de los departamentos hasta ahora emplazados en nuestra sede de Serrano, naciendo así Espacio ADRS y desplazándose unidades como la de Defensa de la Abogacía o la renovada Corte de Arbitraje del ICAM.
Creemos en las nuevas modalidades de trabajo compartido que van parejas al correr de los tiempos. Creemos en la colaboración entre iguales como fuente para el desarrollo y hasta la unión en nuestro oficio y en nuestro sector. Creemos que hay que impulsar la tarea cotidiana o puntual de quienes, por ejemplo, no disponen de despacho propio.
Vivimos una nueva era y no podemos quedarnos atrás. El modelo de coworking tiene innumerables ventajas. Cuando a veces la motivación disminuye porque se puede percibir durante las horas laborales una cierta sensación de soledad y se necesita un consejo, puede aparecer un compañero para ayudar, porque una de las normas no escritas en un área de esta naturaleza es la de hacer comunidad, colaborar desinteresadamente, compartir y crecer en equipo. Qué duda cabe, por otra parte, que estos entornos son especialmente propicios no sólo para que te conozcan como profesional, sino para entablar relaciones con el resto de colegas y así ir tejiendo una red de contactos que con el tiempo pueden abrir la puerta a nuevos clientes ideas o proyectos. En definitiva, la utilidad es muy alta no sólo pero especialmente para profesionales independientes, freelances y emprendedores que están iniciando su actividad.
Una misión colectiva
Con Espacio Abogacía, una iniciativa pionera en el caso de nuestra Corporación, tan esperada y tan justamente durante tantos años, cumplimos con el compromiso de seguir construyendo un Colegio que aporte el máximo valor añadido a la Abogacía madrileña.
Es nuestro empeño. Es un quehacer que por deber y responsabilidad debemos liderar. Pero también es una misión colectiva en la que estamos alertas a sugerencias y comentarios que hagan que cada una de las piedras que vamos poniendo en el edificio de este nuevo ICAM, y cada una de las reformas que proyectamos sobre el mismo, se ejecuten con la máxima solvencia, sean especialmente funcionales y tengan, en fin, el mayor atractivo.
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